El rito.

Hacerle el amor a alguien, así, sin etiquetas de novi@/amante/amigoch@/espos@/free/uloquesea, debería ser siempre un rito. Definitivamente, se valen los rapidines para quitarlatentación, bajarlacaalentura, hacerelfavor, porquenohabíamás, pero jamás, jamás, será lo mismo esa comunión de algo planeado, esperado, ansiado...

Profanar ese sagrario que es tu cuerpo, bucear en la húmeda tibieza, obsesionarme hasta la locura de sentir que aquí y ahora sólo existes tú.

El cielo entenderá que hay razones para eso y para más así que sabrá perdonar cualquier pecado de exceso  cometido: nuestra gula carnal, el éxtasis de tu lujuria mental, esa mutua ansiosa vanidad, la avaricia corporal, la ira del orgasmo, la envidia de no compartirte, la abulia de marcharnos cuando nos decimos satisfechos.

Paralizado en el altar del sacrificio en espera de tocar el cielo y arañar el infierno. Sin inocencia no hay perversión, sin perversión no hay paraíso.

Gracias por tu inocencia.




Soy un profanador
Estoy desafiando al tiempo
Ya ves mi transgresión
Es procurar tenerte
El cielo entiende que mi obsesión
Está llegando a un limite
Y el desierto al menos hoy
No parece, no parece tan....
Sueles encontrarme en cualquier lugar
Y ya lo sabes nada es casualidad
Tu misteriosa forma me lastimará
Pero a cada segundo estará más cerca, más, más
Paralizándome jamás podré esperarte
Y no tengo porque esperar en un altar de sacrificio
Sólo meterme en tu ritual y descifrar tu enigma
Tal vez no hablar de más
El silencio no es tiempo perdido
Sueles encontrarme en cualquier lugar
Y ya lo sabes nada es casualidad
Tu misteriosa forma me lastimará
Pero a cada segundo estaré más cerca, más, más
Desafiando al rito
Destruyendo mitos
Sueles encontrarme en cualquier lugar
Y ya lo sabes nada es casualidad
Tu misteriosa forma me lastimara
Pero a cada segundo estaré más cerca, más cerca tuyo
Desafiando al rito
Destruyendo mitos
Desafiando al rito
Destruyendo mitos